“Todo orco salvaje sabe que hay dos formas de pasar el invierno.. Matar a un enano y abrigarse con su barba recién arrancada.. o prender fuego un pueblo humano y usarlo de fogata..”
El chamán se sube a una colina, y la ve.. ¡Una aldea humana!
Hace ya tres semanas que habían salido de la jungla y empezado su travesía hacia el norte, el cambio de clima se empezaba a sentir. Encontrar esta aldea fue un alivio, ya que la tribu se estaba empezando a poner “nerviosa” tanto por frío como por el viaje.El calor de una batalla haría que los orcos se distraigan del frío y tener un enemigo contra quien pelear haría que se peleen menos entre ellos. Ituktu vió la forma de matar los dos pájaros de un tiro. Al bajar de la colina el chamán le empieza a dar la noticia al resto de la tribu que en ese momento se encontraban descansando..
“Hermanoz mioz.. Eztube hablando kon Morko.. Ezta noche va a zer muy fría.. la maz fria de todaz” Ante la exajeración de su chaman el resto de los orcos se espesaron a preocupar.
“Frio nooooo” Grito un orco de la multitud
“Pero no ze preocupen hermanoz mios... Morko nos ha regalado un pueblo para kemar, y lo ha puezto detraz de eza kolina!!”
Algo que el profeta no tubo en cuenta es que los orcos salvajes no saben esperar y le puso demasiada expresión a la frase..Ya sea por miedo al frío, por ganas de pelear o porque los demás lo estaban haciendo, cada orco agarró el hacha que tenía mas cerca y todos corrieron de forma desorganizada en dirección a la pequeña aldea humana. Dejaron atrás al pobre chamán a quien la situación se le había salido de control, al ver que ninguno de sus hermanos se habia quedado a escucharlo empezó a correr a ver si los alcanzaba...
Por mas desorganizados que fueron los orcos, tenían gran superioridad numérica y para cuando llego el chamán toda la guardia de la pequeña aldea había sido exterminada.
Los orcos empezaron a juntar los cuerpos de los humanos muertos y amontonarlos en la plaza principal, ese seria el festín de la victoria.. (Si en cambio encontraban un humano vivo, primero lo mataban y después lo amontonaban para el festín) En el medio de la plaza también había una jaula de hierro, en donde estaban encerrados dos roedores.
“¿Para ke komer roedores si poder komer humanoz?” pensaron los orcos y dejaron los roedores donde estaban, que por otra parte se sentian mas seguros dentro de la jaula..
Cuando un orco vio que el su chamán estaba entrando en la ciudad, lebantó su puño y empezó a aclamar: “¡Prender fuego! ¡Prender fuego! ¡ prender fuego!”
Ituktu'Unghe Se dirijió al edificio mas grande, un templo de Sigmar, lebantó los brazos y dijo:
“Morko noz regaló el pueblo, nozotroz le regalaremoz ezte edifizio a kambio”
Pero cuando intento usar magia para prender fuego el templo, la magia no funcionaba..Lo intento una y otra vez usando diferentes sustancia y no podia prender fuego el maldito templo!Ituktu empezó a ponerse nervioso, y el resto de los orcos empezaron a abuchearlo
“KEREMOZ FUEGO! KEREMOZ FUEGO! KEREMOZ FUEGO!”
Fue cuando el chamán notó que los dos roedores enjaulados en el medio de la plaza le estaban haciendo señas.. Ituktu empezó a caminar hacia la jaula y el resto de los orcos hicieron silencio..
“Missa puede ayudar” dijo uno de los pequeños roedores “Prender fuego es la especialidad de missa... Solo tienen que liberar a missa..”
...
Dicen que esa noche, los orcos que migraban al norte, durmieron calentitos a la luz de una gran fogata en donde alguna vez hubo un templo de Sigmar, mientras se deleitaban con carne humana..Y desde entonces les tienen un especial cariño a los skavens, ya que a los orcos salvajes admiran las cosas que prenden fuego...
El chaman se despidió de los dos roedores quienes se fueron cargando su pesado lanza-llamas hacia el oeste..
“Tendrás noticias de missa, gran chamán”
“Ezo ezpero ke paze, hermano-rata”
El mundo civilizado ya tiene razones para temblar...