La dicha estuvo de nuestro lado en todo momento, sin duda el señor bendice todos nuestros actos. Aun que mis actividades nocturnas con mis cocineras y mis costureras serian reprobadas por cualquier hombre de fe, son necesarias para que mi espíritu este bien predispuesto en todo momento, así logro no distraerme en el día.
Mis camaradas Sir Kenet y Sir Devilan sin duda necesitan de los mimos menesteres, ya que en día en que liberamos de los bandidos a Sir florence tuvieron un momento de distracción que les pudo costar la vida. Debo admitir que yo mismo me sentí impresionado por la ferocidad del bandido líder al que llamaban “El Tuerto”. Pero la victoria fue nuestra. Me sirvieron mucho las horas interminables de hablar con mis tíos sobre tácticas de batalla y las formas de sacar ventaja en los campos de batalla. Espero que tengamos la misma suerte con esos impíos sajones. Habrá en Folt un día de fiesta por cada Sajon que caiga bajo las caricias de mi hacha.